La muerte de Atahualpa

Después de permanecer el Inca prisionero por un lapso de 9 meses, y luego de un juicio sumario, fue condenado a morir en la hoguera, pena que le fue conmutada por la de garrote al consentir ser bautizado con el nombre de Francisco. La noche del 26 de julio de 1533 fue ejecutado en la plaza de Cajamarca. La fecha del 29 de agosto no tiene base histórica, ya que al parecer fue fijada arbitrariamente por el padre Velasco. Porras ha demostrado fehacientemente la fecha del 26 de julio, ya que Pizarro salió de Cajamarca con su hueste el 11 de agosto. El asesinato político de Atahualpa, provocó repudio general a los españoles, las opiniones vertidas por los testigos peruanos indican que el jefe español, al ordenar la muerte del soberano Inca, faltando a su palabra, había cometido verdaderamente un crimen.
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